miércoles, 5 de mayo de 2010

Y hoy: fuck you, cambio climático.

La gripa es la enfermedad más inútil de todas las que existen.

No tiene nada de poético. Nada de explotable y chantajeable. No es un cáncer, madre y señora de todas las tramas de una película pitera, adaptada de una novela (aún más) pitera de Nicholas Sparks. No hay nadie al pie de mi cama, llorando, tomándome de la mano y declarándome su amor eterno entre mocos y cables de suero. Bueno, mocos los hay, pero son los pegados en mis Kleenex… que son lo único que me rodea en este momento.

No tiene nada de funcional. No puedo cancelar mis compromisos por gripa. No es lo suficientemente grave. Nomás cargas con tu kleen-pack a todos lados, y tus pañuelos sucios se desbordan de tus bolsas. Soy paria de la sociedad; si estornudo, el cristiano de al lado me ve feo y se retira treinta centímetros más. Ah, pero no es una varicela, en la que también te aíslan, pero al menos te pobretean. Nadie siente pena por una gripita.

La gripa es socialista. A TODOS des da. No tiene ninguna novedad. No puedes traerla a colación en alguna de esas pláticas morbosas… ‘a mí me dio hepatitis B… ‘yo estuve en el hospital tres días por tifoidea’… ‘Yo no me paré del baño en dos horas’ (“oooh”coral)… ‘Yo tuve gripa un mes entero’…

No. No impresiona.

Ni porque se te cae la nariz, se te desorbitan los ojos de la hinchazón y el fluido nasal es im-pa-ra-ble. Ni porque puedes pasar un día entero sin respirar por la nariz. Ni porque toda la comida te sabe a medicina caducada en el 2002. No; puedes estar apachurrada en tu cama, sola y atufada como chayote, llorando porque a tus ojos así, de la nada, se les ocurrió gotear, cansados de hacerlo por otras vías, con la cara color amarillo pollo y los ánimos grises, grises, grises…

Y nadie se inmuta.

La gripa le quita a uno todo el glamour. No tiene esa aura de misterio, pánico y simpatía, como el cólico. Oh, los hombres se aterran con esa palabrita trisílaba. ‘Es que me muero del cólico’… No, mija, ahí guardadita en tu casa, con tus compresas calientes y tu ibuprofeno, estás bien; ni se te ocurra salir. No, con la gripa no es así. Nadie se alarma: son sólo mocos y una voz de Pitufo madreado, en lo más mínimo sugerente. Y a darle con la vida normal, con el ajetreo por la ciudad a 30 grados centígrados y sin aire acondicionado, que, como diría mi madre, ‘de una gripita estacional nadie se ha muerto’.

No, pero de a poquito sí se va deshaciendo una. Eso de que nomás cambie el clima y una empiece a estornudar, a la larga, me va a dejar más madreada que todos esos padecimientos mediatizados en la industria del cine rosa.

Maldito seas, oh, cambio climático.

2 comentarios:

  1. La gripa es cagante. Punto. Pero eso sí hay de gripas a gripas. Hay gripas legendarias. Gripas de un día nomás. O también está la gripe y no la gripa. Me acuerdo porque mi abuela la llama Gripe.

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  2. Es cuestión de ponerle drama.. y entonces todos los mortales que encuentres en tu camino responderán: "Uy andas malisimo". o "Traes una gripa marca diablo" Para acrecentar el momento puedes responder algo como: "sólo por una vez me gustaría tener una gripa regular"

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